En Andicolor SA sabemos la importancia de la gestión del color en la elaboración de cualquier producto de impresión. La cadena colorimétrica, que abarca desde la elección de los colores RGB (Rojo, Verde, Azul) en pantalla hasta la conversión a CMYK (Cian, Magenta, Amarillo, Negro) para la impresión final, es crucial para garantizar la fidelidad cromática de los diseños.
En los últimos años, los avances tecnológicos en el campo de la reproducción del color han sido significativos. Los monitores cada vez son capaces de mostrar una gama más amplia de colores, lo que implica la necesidad de adaptar nuestros procesos tradicionales de gestión del color para aprovechar al máximo estas capacidades.
Además de RGB y CMYK, existen otros espacios de color como el Pantone, que es un sistema de color propio utilizado principalmente en la industria de la impresión. También encontramos el LAB, que es un modelo de color independiente de dispositivo que se utiliza para definir colores de forma precisa y universal.
Es importante conocer y entender las diferencias entre estos espacios de color para poder trabajar de manera efectiva y obtener los resultados deseados en nuestros proyectos. Cada uno tiene sus propias características y limitaciones, por lo que es necesario elegir el espacio de color adecuado según las necesidades de cada trabajo.
La elección del espacio de color adecuado dependerá del medio en el que se vaya a mostrar el diseño, ya sea en pantalla, en impresión o en cualquier otro formato. Es fundamental tener en cuenta estas diferencias para lograr la fidelidad del color y la calidad deseada en nuestros trabajos.
El diagrama muestra la representación visual de las gamas de colores que pueden ser reproducidas por diferentes modos colorimétricos, como el RGB y el CMYK. La gama más grande corresponde a lo que un ojo humano puede ver en el modelo de color LAB. Se observa que el RGB ofrece un espectro mucho más amplio de colores en comparación con el CMYK.
Es importante tener en cuenta que el RGB y el CMYK son sistemas de codificación de colores y no tienen una gama específica por sí mismos. La gama de colores que puede reproducir cada sistema depende del espacio de color utilizado, como Adobe RGB 98, sRGB, FOGRA39, entre otros.
Por ejemplo, una imagen en RGB con el espacio de color “Adobe RGB 98” mostrará una amplia gama de colores, pero se necesitará una pantalla compatible con este espacio colorimétrico para apreciarlos correctamente. En cambio, la gama de colores en CMYK con el espacio colorimétrico “FOGRA 39” será más limitada, pero garantizará una reproducción precisa en impresiones.
El espacio de color Pantone se asemeja a Adobe RGB 98 en términos de riqueza de colores, lo que lo hace ideal para proyectos que requieren una reproducción fiel y vibrante de los colores.
Por lo tanto, la elección del flujo de trabajo dependerá del tipo de proyecto y de las necesidades específicas de cada situación. Si la fidelidad del color entre la impresión y lo digital es fundamental, puede ser preferible comenzar en CMYK. Por otro lado, si se buscan colores más vibrantes y se valora la capacidad de destacar en plataformas digitales, convendrá iniciar en RGB.
En última instancia, lo más importante es asegurarse de tener un proceso fluido y eficiente que garantice la calidad del color en todos los aspectos del proyecto. Esto puede implicar una combinación de ambas estrategias, o incluso la utilización de perfiles de color específicos para cada tipo de salida. Lo importante es ser conscientes de las limitaciones y ventajas de cada espacio de color y adaptar el flujo de trabajo en consecuencia.
En Andicolor SA estamos comprometidos con la actualización continua en el área de la gestión del color y contamos con profesionales altamente capacitados y herramientas de última generación para garantizar la calidad de nuestros productos. Estamos preparados para ayudarte a llevar tus diseños a un nivel superior, cuidando cada detalle cromático y asegurando resultados impecables en cada impresión.